Pido disculpas por mi falta de memoria. A veces me olvido de limpiar mi disco rígido y termino guardando demasiadas cosas innecesarias, como el recuerdo de aquellas personas con quienes alguna vez compartimos otros valores, más humanos, más personales. Incluso me confunde no saber si esta película dejó de tener un narrador en primera persona para que un personaje superior asuma la voz omnisciente. En este filme ya no sé si sos uno de los personajes buenos… o de los otros.
Perdón. Es que son muchos años conviviendo con incongruentes que se acomodaron a verdades mentirosas. Años también de vivir en un país lleno de piedras rotas y plazas sin bancos para sentarse.
Eduardo R. Consiglio