Es un gran compañero, todas las veces que me he levantado de madrugada para estudiar o terminar algún trabajo, el siempre estuvo ahí encima de mis pies, haciéndome compañía y brindándome calor.
Siempre me ha sorprendido su olfato, cuando le hablo me mira y mueve su nariz como si de ello dependiera su entendimiento.
Cuando hace lío, y lo reto, entrecierra los ojos y se pone como un chino delatando que ha tenido responsabilidad en el asunto.
El negro es un tipo talentoso; desde chico ha sabido demostrar sus grandes habilidades tales como: abrir el lavarropas haciendo palanca con su hocico, romper camisas recién compradas, comer ropa interior, morder el cable de la plancha, abrir la puerta balcón, con su nariz, echarse al piso, dar la patita, mover la cola, defender su territorio ladrando a todo aquello que no conoce y pelearse con los gatos cuando lo despiertan a la madrugada.
Dicen los veterinarios que esta raza sufre sobrepeso, porque son glotones. La falta de actividad física los suele engordar. Normalmente un labrador saludable, puede tener un leve estrechamiento en la cintura, entre la caja torácica y los cuartos traseros; Aunque es importante saber que el exceso de peso es un factor de riesgo, pudiendo resultar la causa de una futura displasia de cadera, articulación, artritis y posible diabetes. El peso recomendable para un labrador adulto, debería estar entre 35 y los 45 kilogramos.
Tomasito tiene sangre futbolera, cuando juega a la pelota y la pierde se desespera por recobrarla. Es paciente, tenaz y demuestra un enorme amor hacia mis hijos.
Es recomendable estimularlo y entrenarlo para que no se aburra. Si bien no es un gran guardián, tampoco es agresivos; Aunque se lo puede escuchar ladrar para dar aviso de algo.
Mi perro es el animal más fiel que he conocido, y puedo decir que cuanto más tiempo estamos juntos, más felices somos.
Definitivamente mi perro, es mi mejor amigo, un gran tipo, con el que tengo una excelente relación.
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